Ínsula de palabras

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En una calle sin mar, pero con esencias

Posted by on Ene 17, 2022 in Ínsula de palabras | 2 comments

En una calle sin mar, pero con esencias

Entrevista con Lidia Señarís, autora de En una calle sin mar.

Por Ivette Zuazo.  / Fotos de Antonio Garci.

 

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Lidia Señarís es una especie de torbellino de la comunicación y de las letras: periodismo, edición, comunicación corporativa, proyectos de investigación histórica y sociológica, corrección de estilo, traducción, e incluso, diseño gráfico editorial son algunas de las tareas que suele simultanear, en un juego de malabares difícil de creer para quien no la haya visto nunca en faena. Además, y no sabemos en qué tiempo, la fundadora y directora de LScomunicación y de su empresa nodriza, Clibanarios, es una lectora incansable, amiga de una muy ecléctica y desperdigada humanidad y organizadora entusiasta de comidas pantagruélicas en su piso del madrileño barrio de Argüelles.

En medio de todo eso, Lidia Señarís escribe poesía. En 2001, recién radicada en la España de sus abuelos, ganó el Premio Internacional de Poesía Julio Tovar, convocado por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, con su cuaderno Sin Isla, publicado en 2002 gracias a este premio. Durante estas dos décadas transcurridas, ocasionalmente sus poemas han vivido diversas aventuras en revistas culturales y proyectos teatrales e incluso en sus redes sociales o en postales y pequeños recitales tremendamente personales, sin que ella hiciera esfuerzo alguno por publicarlos. Ha sido la tenacidad del escritor y editor Amir Valle, director de Ilíada Ediciones, con sede en Berlín pero especializada en literatura hispanoamericana, la responsable de la aparición de En una calle sin mar. 

Lidia Señarís, en Madrid, bajo el lente de Antonio Garci.

Y precisamente sobre este poemario recién publicado ha versado este diálogo de Ínsula de palabras con su autora.

— Afirma el poeta Manuel Vázquez Portal en el prólogo de En una calle sin mar que todo libro de poesía es un libro de historia. ¿Estás de acuerdo?

— Plenamente. Creo que los humanos somos historias caminantes, metáforas que respiran. Y que la poesía es otro de los modos de asomarse a esas historias y de intentar contarlas. Hay todo un cuerpo teórico y crítico que intenta desligar a la poesía de esa función narrativa, y me parece muy respetable. Hay quienes se asoman a la poesía desde una óptica más purista, elevada, y hasta un pelín inalcanzable; quienes defienden un canon estético del discurrir del discurso poético per se, digamos. Y seguramente tendrán una docena de argumentos muy sensatos y sólidos. Sin embargo, no es esa «mi» poesía, ni como lectora, ni como escritora. Hay espacio para todos bajo el sol. A mí me interesa la poesía que, de algún modo, intenta narrar, interrogar y conectar con esas historias individuales y colectivas que caminan todos los días por este ancho mundo.

De hecho, en tu propia y muy breve introducción, adviertes: «Hay toda una increíble y respetable tradición de poetas oscuros y elevados. No es mi caso». ¿Qué quisiste decir exactamente con eso?

— Creo en la diversidad, la libertad creativa y en ese espacio amplio para todo tipo de estilos y estéticas. No tengo ninguna intención de crítica ni de polémica. Quise hacer simplemente un breve ejercicio de sinceridad. Declarar, de entrada, que mis poemas no se escriben desde una torre de marfil, sino más bien, a pie de calle, sin artificios pirotécnicos ni retruécanos exagerados, sin voluntad de inaugurar o perseguir lenguajes de texturas inextricables, saberes infinitos y raros, o cualquier otro intento de tocar el cielo y, en ocasiones, incluso, de epatar y brillar.

Eso no quiere decir que en mis versos no haya metáforas, imágenes, y un cierto trabajo con el lenguaje. De lo contrario, no sería poesía. Quiere decir, simplemente, que se conecta de un modo relativamente fácil y natural con esas imágenes. Al menos, esa es mi voluntad.

— ¿Quizás tus años de ejercicio periodístico estén detrás de esa voluntad de diálogo poético, de interrogación narrativa de la realidad? Aunque no es demasiado útil etiquetar los libros, pareciera que En una calle sin mar tiene varios puntos de confluencia con la llamada Poesía de la Experiencia…

— Para bien o para mal, el periodismo está detrás de todo lo que hago. Y sobre todo en esa intención, ni siquiera planificada o buscada, de entrecruzar las historias individuales y las colectivas. Y también en la decisión de optar por un lenguaje figurativo pero natural, sin demasiadas florituras. En los cuatro párrafos que me atreví a hilvanar a modo de introducción del libro, confieso mi visión de la poesía como entrevista indagadora, en la poesía reportaje de lo cotidiano. Sí, la verdad, más periodística no he podido ser…

Tampoco soy amiga de las etiquetas y las clasificaciones. Pero tienes toda la razón. Si tuviera que colocar en algún sitio En una calle sin mar, creo que estaría cerca de la llamada «Poesía de la Experiencia», ese movimiento español surgido en los años 80 del siglo XX, del cual el poeta Luis García Montero es uno de los máximos exponentes. Aunque eso ya me parecería pretencioso, pues García Montero es un poeta inmenso, rotundo, y un intelectual como la copa de un pino. Y no me atrevería a compararme con él. Pero, sin duda, el punto de identificación con la Poesía de la Experiencia sería esa voluntad narrativa de la cotidianidad y esa búsqueda de una conexión más cercana con quienes se asoman al poema.

— ¿Qué podemos encontrar en las páginas de En una calle sin mar?

— Como en todo poemario, lo que cada quien busque… Unas miradas conectarán de un modo y otras, de otro diferente. Ojalá, en todo caso, se produzca esa conexión.

En esencia, el libro consta de 45 poemas, divididos en tres cuadernos. Como nota curiosa, cada uno está encabezado por un soneto, que a su vez le da título al cuaderno, si bien el resto de los poemas son de verso libre. El primer apartado, «Donde La Habana no está», es una mirada a los sueños y pesadillas relacionados con esa isla del Caribe donde nací y que tanto duele por razones que no cabrían ni en diez entrevistas; el segundo, «Sinalefas te doy», es un tributo al amor, no solo al de pareja (aunque obviamente en su mayoría lo inspira el amor de mi marido, alguien esencial en los últimos 21 años de mi vida), sino también al amor filial (incluido el de los hijos no biológicos, algo que me parece fundamental porque por doquier encontramos poemas a las madres y apenas ninguno a las madrastras) y también sobre el amor paterno y a los amigos, esa especie de familia elegida que tanto nos ayuda en el camino. Y, por último, el tercer cuadernillo, «Dos calles más allá», resulta un cajón de sastre de lugares, escenas, reflexiones, y del acto mismo de avanzar por un camino propio, sea cual sea, pero una senda elegida por la que avanzar sin temor, con alegría. En cierto modo, el libro es una historia de migraciones, de viajes interiores y exteriores.

— Precisamente la alegría parece ser un sustantivo muy importante en tu creación, ya sea prosa, periodismo o poesía…

— Puedo ser tan dramática como cualquier isleña… en eso tenemos doctorado. Pero también tenemos todo un patrimonio en materia de sol, de luz y, por tanto, de alegría. Bueno, ahora en serio, creo que esa capacidad de sentir y de inspirar alegría es muy importante para vivir.  Y está muy relacionada con la capacidad de reírse de sí mismo, una inequívoca señal de inteligencia y también de bondad humana. El sentido del humor, de la ironía, la capacidad de no tomarse demasiado en serio, de saber relativizar nuestro lugar en el mundo y la magnitud de nuestras pequeñas tragedias, nos hace más empáticos, más receptivos a los demás, más solidarios, y también nos ayuda a barajar mejor las cartas (a veces infames) que nos van tocando en el reparto.

— Una última pero imprescindible pregunta: ¿Cuáles serían tus referentes poéticos, esos poetas que han marcado tu mirada y tu sensibilidad?

— Es muy difícil elegir. Para acotar, aunque hay muchos de otras lenguas, desde Walt Whitman hasta Evgueni Evtushenko, me centraré en la mía. Tengo una marcada querencia por la generación del 27 española: Pedro Salinas, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego y Miguel Hernández (aunque este es más bien de una generación posterior, de la del 36). Y también por las autoras de ese grupo, a menudo poco conocidas, como Rosa Chacel, Josefina de la Torre, Ernestina de Champourcín y otras que, junto a pintoras y artistas de la época, integraron un transgresor movimiento conocido como «Las Sinsombrero».

Luego, de la llamada generación del 50 en España, también admiro especialmente a poetas como el asturiano Ángel González, a Jaime Gil de Biedma y a José Ángel Valente. De los cubanos, por solo recordar tres nombres de la lista interminable de grandes poetas que ha dado esa isla, elegiría a Virgilio Piñera, Eliseo Diego y Dulce María Loynaz. Y, como muchos niños de mi generación, mi encuentro temprano con la poesía se lo debo en gran parte a José Martí, cuyo talento literario en tantos géneros ha sido capaz de atravesar siglos. Por último, como ya he dicho, de los poetas vivos de España, tierra de mis abuelos donde he vivido ininterrumpidamente los últimos 21 años, me quedo sin dudarlo con la poesía de Luis García Montero.

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Aquí tenéis uno de los poemas incluidos en el libro En una calle sin mar, interpretado por su autora, Lidia Señarís:

Rita Barber: «El Teatro es Comunicación».

Posted by on Oct 5, 2016 in Ínsula de palabras | Comentarios desactivados en Rita Barber: «El Teatro es Comunicación».

Rita Barber: «El Teatro es Comunicación».

Por Lidia Señarís.

Licenciada en Interpretación por la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), de Madrid, y en Psicología por la Universidad de Barcelona, con formación adicional en violín y canto, Rita Barber compagina su carrera como actriz y cantante con labores pedagógicas y de investigación. Por eso, cuesta encontrar un momento para dialogar con esta profesional «todo terreno», que impartirá en Oviedo del 14 al 22 de octubre un taller de Técnicas Teatrales al servicio de la comunicación en la empresa, organizado por LScomunicación y patrocinado por la Federación Asturiana de Empresarios (FADE).

Por fin, en el viaje de regreso de una de sus giras con la Compañía Nacional de Teatro Clásico de España, logramos esta breve entrevista.

Rita Barber


  Rita Barber, puro talento.

– Con tu actividad incesante tanto en el teatro como en la música, ¿cómo encuentras tiempo también para enseñar y por qué te atrae tanto la labor pedagógica?

– El tiempo no lo encuentro, lo busco. La pedagogía para mí es la culminación de uno de los objetivos de mi profesión, el compartir. Ser actriz es un proceso muy largo de investigación y observación de uno mismo y de los demás. No sabría qué hacer con todo aquello que voy descubriendo si no lo pusiera al servicio de otras disciplinas. A esto hay que añadir que aprendo muchísimo enseñando.

– ¿Por qué «teatro y comunicación»? ¿Es el teatro realmente un buen camino para entrenar las habilidades comunicativas?

– El teatro es comunicación. Claro que es un buen camino. Todas aquellas herramientas que nos ayuden a conocer y mejorar nuestra forma particular de comunicarnos, nos harán más libres para expresarnos. Del juego teatral se pueden aprovechar muchos recursos aplicables a la comunicación en el trabajo y en la vida.

– En tus talleres y cursos siempre hay, al menos, tres bloques temáticos esenciales: el corporal, el vocal y el de improvisación. ¿Qué nos aporta cada uno?

– Para sacarle el mayor provecho a una herramienta el primer paso es conocerla. En mis talleres hay un área importante donde se trabajan y se observan la Voz y el Cuerpo. ¿Cómo está mi voz y cómo la utilizo? ¿Cómo cuidarla y cómo le puedo sacar más partido al hablar en público, en momentos de tensión? ¿Cómo conseguir mi objetivo a través de la voz? Por otro lado, el cuerpo está siempre dando un mensaje. ¿Cómo ser consciente de lo que está comunicando mi cuerpo? ¿Qué calidades de movimiento podemos trabajar y qué comunican? ¿Cómo aprendo a detectar mis tensiones y cómo trabajarlas?

La última parte de las sesiones se dedica a la improvisación. Con ella pretendemos descubrir al alumno ante situaciones nuevas, ante imprevistos y trabajar con él la capacidad de adaptarse y moverse en ese terreno no conocido. La escucha y la apertura son las cualidades que más se trabajan en la improvisación.

– Tienes fama de ser una profesora exigente, que siempre intenta sacar lo mejor de cada uno, pero al mismo tiempo muy divertida. ¿No es una contradicción?

– ¡No, no! No me considero una profesora exigente, sí trabajadora y muy curiosa, pero no exigente. Una de mis obsesiones con los alumnos es eliminar esa exigencia feroz que muchas veces está debajo de la inseguridad a la hora de hablar en público, por ejemplo. Y sí, mis hallazgos siempre aparecen detrás de un juego, a través de la diversión.

Para disponer a un alumno para una buena comunicación el primer paso es eliminar tensiones. Yo trabajo mucho con juegos de equipo que nos lleven a esa apertura. Eso sería imposible con la exigencia estricta; todo lo contrario, se consigue con el juego y su consiguiente observación y análisis.

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Aquí tenéis un breve vídeobook de esta artista, un lujo de maestra y profesional que tanto admiramos en LScomunicación.

 

Una pelea andaluza contra el terrorismo

Posted by on Jun 13, 2016 in Ínsula de palabras | Comentarios desactivados en Una pelea andaluza contra el terrorismo

Una pelea andaluza contra el terrorismo

“Éste PORTADA Pelea andaluzaes un libro sobre gente honrada, trabajadora y en su gran mayoría desconocida, que un mal día -muy a su pesar- se convirtió en víctima del terrorismo” (…) “Es una breve historia sobre personas que buscaban su propio lugar bajo el sol: se enamoraban, engendraban niños, trabajaban lo mejor que podían para darles un futuro, acertaban y a veces se equivocaban en sus decisiones cotidianas, seguían sus equipos de fútbol o sus hobbies particulares y les daban los buenos días a sus vecinos”…

Así comienza “Una Pelea Andaluza contra el Terror. Historia y Memoria de la AAVT”, el libro que vio la luz a finales del pasado año, en ocasión del XX aniversario de la Asociación Andaluza Víctimas del Terrorismo (AAVT).

Son 136 páginas de humanidad y memoria. Una memoria sencilla, pero luminosa, como el paisaje humano que conforma la gran familia de la AAVT.

En un práctico y muy manejable formato A5, este texto pequeño narra una historia grande, la de los hombres y mujeres que se unieron a lo largo y ancho de Andalucía para decirle un NO mayúsculo al terror, para defender el recuerdo de sus seres queridos o sus propias vivencias como sobrevivientes del ataque de unos asesinos que se consideraban a sí mismos elegidos profetas de una causa y terminaron siendo paladines de la muerte y la destrucción ciega.

Esta publicación conmemorativa del XX aniversario de la AAVT y redactada, editada y diseñada íntegramente por LScomunicación, se estructura en seis capítulos:

– En el primero, “Andaluces en el ojo de la tormenta”, se realiza un recorrido histórico de las circunstancias que explican el elevado número de víctimas del terrorismo andaluzas fruto de la banda terrorista ETA, a pesar de la lejanía geográfica, social e incluso de idiosincrasia entre ambos territorios y también se repasan otras huellas del terrorismo de otros grupos, como los GRAPO o el yihadismo.

– En el segundo, “Rescatando vidas puerta por puerta”, se rememoran la fundación y los orígenes de la AAVT.

– En el tercero, “El arte de resurgir”, se refleja cómo ha sido posible renacer desde el dolor y articular un discurso sereno y democrático, con un enfoque vitalista y positivo, rasgo mayor de la asociación andaluza de sus actividades.

– El cuarto, “Nuestra voz” aborda los esfuerzos de la AAVT de cara a la sociedad (tanto española como internacional) para construir un mensaje social de defensa y homenaje de las víctimas y de deslegitimación del terrorismo.

– El quinto, titulado “Los rostros de la AAVT” es un compendio de reseñas y breves entrevistas con algunos de los socios de la AAVT. No están todos (porque haría falta un libro casi interminable), pero sin duda, los que aparecen simbolizan perfectamente el espíritu de la asociación.

– Y el sexto y último, “Mensajes de aniversario” recopila los mensajes, tanto institucionales como del colectivo de víctimas del terrorismo, dirigidos a la asociación andaluza en ocasión de su XX aniversario.

Luego de una primera tirada en formato impreso, el libro está disponible también en formato PDF interactivo.

En un momento en que proliferan tantas lecturas y revisiones sobre el fenómeno del terrorismo en España, es más importante que nunca divulgar la verdad de las víctimas y defender el sitio que les corresponde en la historia de este país.

La nueva aventura de Lady Cerebro y Anaya Multimedia

Posted by on May 5, 2016 in Ínsula de palabras | Comentarios desactivados en La nueva aventura de Lady Cerebro y Anaya Multimedia

La nueva aventura de Lady Cerebro y Anaya Multimedia

 Por Lidia Señarís.100 Cosas más... portada.

Que el cerebro responde mejor a las historias y que la alegría y la sorpresa constituyen poderosos «afrodisiacos» para nuestra atención son cosas de algún modo conocidas por diseñadores, programadores, escritores y profesionales del mundo de la comunicación. Pero nadie las cuenta tan bien, con tanta concreción, fuerza y argumentos como la estadounidense Susan Weinschenk, doctora en Psicología y experta en ciencias del comportamiento.

Apodada «La dama Cerebro», por sus más de tres décadas de aplicación de las Neurociencias y la Psicología a la predicción y comprensión del comportamiento humano cotidiano, Weinschenk acaba de regresar a las librerías españolas con el título  100 cosas más sobre la gente que cada diseñador necesita saber, en una impecable y muy útil edición de Anaya Multimedia.

Fiel a su propia pedagogía, Lady Brain alegra y sorprende una vez más con este título, pues se las arregla para traernos los últimos hallazgos de las neurociencias y el impacto concreto de éstos en la manera en que el público interactúa con el diseño en su más amplia expresión: un libro, una página web, un vídeo profesional o publicitario, una aplicación para móvil, las compras online y, en fin, los múltiples productos, mensajes y pantallas que pueblan nuestras vidas.

Ya lo había hecho con éxito en dos de sus libros anteriores, también presentados por Anaya Multimedia a los lectores españoles: Diseño inteligente: 100 cosas sobre la gente que cada diseñador necesita saber  (Anaya Multimedia. Madrid, 2011) y Presentaciones inteligentes. 100 cosas sobre la audiencia que todo speaker debe saber (Anaya Multimedia. Madrid, 2012).

S.W. Susan WeinschenkPero «100 cosas más…» es otra vuelta de tuerca al apasionante mundo de la percepción y la comunicación humanas. No sólo porque en los últimos cuatro años las investigaciones científicas han producido un sinfín de nuevas revelaciones, sino también por la forma tan didáctica y resumida en que Weinschenk y sus editores nos presentan estas nuevas ideas, de una utilidad práctica inmediata.

Por su estructura, su facilidad de lectura y uso, el libro se convierte en una especie de Biblia de cabecera para todos aquellos profesionales que precisan seducir y convencer, un día sí y otro también, a sus clientes y al público en general. Y aún más, en una asequible y pedagógica herramienta divulgativa para todo tipo de lectores inquietos.

Este nuevo centenar de hallazgos se estructura en once bloques temáticos bien diferenciados: Cómo ve la gente / Cómo piensa y recuerda la gente / Cómo decide la gente / Cómo la gente lee o interpreta la información / Cómo influyen las historias en la gente / Cómo se relaciona la gente con los demás y con la tecnología / Cómo influye la creatividad en el diseño / Cómo afecta el cuerpo de la gente al diseño / Cómo compra la gente / Cómo influyen en el diseño las generaciones, la geografía y el género y Cómo interactúa la gente con interfaces y dispositivos.

Todo lo anterior expresado en párrafos cortos, con diagramas e ilustraciones de apoyo en los momentos necesarios y un atractivo (a la vez que muy medido) uso del color (esencialmente a dos tintas) en un papel estucado semimate de gran calidad.

Algunas de estas cien «cosas» nos resultarán familiares y cercanas. De algún modo, ya las sabemos. Sin embargo, aquí nos llegan refrendadas por las investigaciones más recientes. Otras, en cambio, nos resultarán totalmente novedosas. En LScomunicación nos han interesado especialmente las relacionadas con las disonancias cognitivas, ese duelo constante entre nuestras creencias y comportamientos, que tanto influyen en nuestras decisiones. En cualquier caso, todos los temas comparten el rigor y la solvencia de una profesional mundialmente conocida y una editorial que durante años nos ha regalado una mirada un poco más sabia sobre la tecnología, las ciencias, las artes y los más diversos rostros del mundo que habitamos.

Para los amantes de la imagen, he aquí un resumen muy gráfico sobre las presentaciones inteligentes, según Susan Weinschenk:

5 Things Every Presenter Needs To Know About People from Weinschenk on Vimeo.

Una mirada al difícil arte de convivir

Posted by on Feb 16, 2016 in Ínsula de palabras | Comentarios desactivados en Una mirada al difícil arte de convivir

Una mirada al difícil arte de convivir

La Fundación Rodolfo Benito Samaniego, que lleva el nombre y el legado de un joven ingeniero alcalaíno asesinado en los atentados del 11 M en Madrid, acaba de publicar «Convivencia y Tolerancia. Conferencias anuales 2004-2014», un pequeño tesoro de libro para quienes deseen reflexionar, aprender y al mismo tiempo disfrutar de una esmerada prosa sobre esos dos sustantivos tan necesarios en la actualidad.

La fundación madrileña puso estas conferencias en manos de LScomunicación, con el encargo de que las editara y convirtiera en un libro interesante y útil. Y eso hicimos. No fue una tarea menor ésta de recopilar «una decena de destacadas y reflexivas voces convocadas por la Fundación Rodolfo Benito Samaniego durante la última década con el objetivo de edificar un puente de palabras e ideas para construir, entre todos, el difícil arte de convivir en el mundo actual».

Pero el resultado vale la pena. Se trata de diez conferencias impartidas por personalidades de la vida pública española, tales como: Virgilio Zapatero, José Manuel Rodríguez Uribes, Tomás Calvo Buezas, Jorge Martínez Reverte, José Manuel Maza Martín, Rafaela Romero Pozo, Luis García Montero, Benjamín Prado, Luz María Sanz Masedo y Federico Mayor Zaragoza, cuyos textos ocupan en total 135 páginas con fotos de las respectivas disertaciones.

Una útil recopilación de las charlas ofrecidas hasta 2014 en la Universidad de Alcalá durante el Ciclo de Conferencias Anuales «Convivencia y Tolerancia en la sociedad actual», un programa de la Fundación Rodolfo Benito Samaniego que busca fomentar en la ciudadanía la reflexión crítica acerca de la realidad, ayudarles a formar una opinión propia y a valorar tanto los pequeños sucesos cotidianos como las grandes noticias.

Estas conferencias, que año tras año cuentan con un público fiel, son un llamado -culto, ameno, provocativo- al despertar de la conciencia individual y del compromiso colectivo, para crecer como ciudadanos y asumir nuestra responsabilidad frente a los problemas sociales.

Pero tales elevados objetivos no deben despistarnos en cuanto a la delicia y el disfrute que nos esperan en estas páginas. No hay acartonamiento ni discursos soporíferos, todo lo contrario: las ideas vuelan alto, los ejemplos y símiles utilizados por los ponentes son contundentes y atractivos, y la edición incluye una serie de referencias bibliográficas al pie de cada texto para ilustrarnos mejor sobre los temas y autores citados.

Se leen con agrado, cual si se tratara de diez piezas narrativas. Algunas por motivos obvios, pues hay tres escritores (Martínez Reverte, Montero y Prado) entre los conferenciantes, pero incluso en el caso de los académicos universitarios y otros autores, la prosa fluye de una manera muy natural y comprensible y en los diez textos encontramos un verdadero hallazgo de sabiduría, reflexión y humanismo.

Este libro habría sido imposible sin la dedicación y profesionalidad de Alejandro Benito, José Ignacio Martínez e Ignacio Pérez, vicepresidente, gerente y coordinador respectivos de la Fundación Rodolfo Benito Samaniego, quienes trabajaron intensamente con LScomunicación para rescatar este tesoro de charlas.

Decididamente, una propuesta para no perderse y al alcance de todos: además de su versión impresa, presentada el 11 de febrero en la Universidad de Alcalá, el libro se puede descargar gratuitamente en formato PDF interactivo en la página web de la Fundación Rodolfo Benito Samaniego y también ha sido editado como libro electrónico (ebook) en formato epub.

Alejandro Benito, vicepresidente de la FRBS; Luz María Sanz, Luis García Montero, Lidia Señarís; Ana Isabel Hidalgo, presidenta de la FRBS, José Manuel Rodríguez Uribes, Ignacio Martínez, gerente de la FRBS y Rafaela Romero.

Alejandro Benito, vicepresidente de la FRBS; Luz María Sanz, Luis García Montero, Lidia Señarís; Ana Isabel Hidalgo, presidenta de la FRBS, José Manuel Rodríguez Uribes, Ignacio Martínez, gerente de la FRBS y Rafaela Romero.

Lidia Señarís, editora del libro y directora de LScomunicación, en la presentación en la Universidad de Alcalá (11/02/2016)

Lidia Señarís, editora del libro y directora de LScomunicación, junto a José Manuel Rodríguez Uribes, en la presentación en la Universidad de Alcalá (11/02/2016).

El escritor y profesor Luis García Montero.El escritor y profesor Luis García Montero.

 

 

 

 

 

 

¿Para qué sirve un Urólogo?

Posted by on Oct 13, 2015 in Ínsula de palabras | 6 comments

¿Para qué sirve un Urólogo?

Por Lidia Señarís

                                                      «Los médicos deberían tener siempre llenas de besos las manos».                                                                                                                             José Martí.

 

El nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo.

El nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo.

Como cualquier otro médico, las urólogas y los urólogos sirven para salvarte la vida. Y con eso ya estaría dicho todo. Pero como vivimos en una sociedad donde patear un balón se paga y aplaude infinitamente más que cualquier labor científica, incluida la dura ciencia de nuestra frágil vida, hoy os traigo una historia muy personal.

Ya sé que éste es un blog de Comunicación, Literatura, Arte y Periodismo. Créanme: es también una comunicación muy peculiar la que se establece entre tu riñón, tu uréter y una cosilla llamada «cálculo» (o más coloquialmente piedra) hasta llegar a dos palabras terribles, puntuables para el campeonato mundial del dolor: «cólico nefrítico».

Por más que durante años escribí y hasta fundé una revista de divulgación médica en diversas latitudes, el sustantivo «Urología» jamás había entrado directamente en mi vida. Hasta hace dos años, cuando lo hizo en grande, por una patología de mi compañero (en inicio muy mal diagnosticada en atención primaria). No es una historia estrictamente mía, así que no tengo derecho a contarla aquí. Baste decir que los urólogos aparecieron, cual pelotón de infantería, hicieron su cirugía y la hicieron muy bien. Lo cual tenía un mérito adicional en aquel viejo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) de finales del 2013, que se estaba cayendo a pedazos.

El caso es que en este octubre, a punto de cumplir dos años de aquel susto, los urólogos del HUCA, ahora un moderno y flamante hospital en otra zona de Oviedo, volvieron a mis días y mis noches, a mis mejores sueños y mis peores pesadillas. Lo hicieron de madrugada, mientras un sábado se transformaba en domingo, gracias al ya citado cólico nefrítico, catalogado -según un artículo de las Actas Urológicas Españolas- como «una de las formas más angustiantes de dolor en el ser humano».*1

«Por la brusquedad de su aparición, la intensidad del dolor y el quebrantamiento general que provoca, el cólico nefrítico constituye el paradigma de urgencia médica», asegura también una de las Guías clínicas de Atención Primaria.*2.    Eso por no ponernos tan dramáticos como la Wikipedia, la cual se hace eco de unos galenos estadounidenses que describen los cólicos renales como peores que «el parto, los huesos rotos, las heridas por armas de fuego, las quemaduras o la cirugía».

En algún sitio he leído que la crisis dolorosa intensa puede durar 12 horas. En mi caso, estuve rabiando de dolor, con algunas treguas mínimas de la manada de caballos desbocados que habitaban mi riñón izquierdo, desde la madrugada de un domingo hasta las 9 de la noche de un jueves.

Siempre con la conciencia de no colapsar innecesariamente las Urgencias del hospital, había acudido primero a las de un Centro de Salud. Ellos no pudieron pillarme mis difíciles venas y me pusieron una inyección intramuscular de Buscapina de la cual el Sr. Cólico se mofó ampliamente. Inevitablemente, terminé en Urgencias del HUCA, un servicio muy bien organizado, por cierto, con un sensato y rápido Triaje y un eficaz y entregado personal médico y de enfermería.

Por último, luego de una noche en un box de observación de Urgencias, terminé en la planta quinta -Urología- del moderno edificio de la Cadellada, donde perdí la cuenta de los calmantes en vena y los sueros, mientras el caballo desbocado seguía concentrado en su misión de patearme el riñón. Era como si ese dolor no me fuera a abandonar nunca. Y, para colmo, no venía solo, sino con unas náuseas que te convertían en puré de humanoide.

Era tal mi debilidad, que el jueves por la mañana me costó horrores retener en el estómago cuatro vasos de agua el mínimo tiempo necesario para que me hicieran un TAC. Y sólo la admirable dulzura y comprensión del equipo humano que hacía esta prueba y la fuerza de voluntad propia de una profesión tan sufrida como el Periodismo, me ayudaron a pasar por el scanner.

Así las cosas, el médico responsable de la ronda de ese día -siempre pasa uno diferente y no sé por qué extraña razón ninguno te dice su nombre- me informó que el equipo de guardia me llevaría a quirófano para ponerme un «tubito» (un catéter ureteral JJ o doble J, según averigüé luego) para paliar la obstrucción que origina el cálculo en la ruta habitual entre el riñón y la vejiga y controlar así el dolor, con vistas a posteriores litotricias y otros tratamientos capaces de fragmentar y expulsar el cálculo renal.

Y aquí es donde regreso al motivo de estas letras: los urólogos. Pasaban las horas del jueves, eran casi las nueve de la noche y no quedaba libre un quirófano de guardia y además, incluso para este procedimiento relativamente sencillo se precisa de unos decisivos especialistas llamados anestesistas que, al menos según la prensa local, no abundan demasiado en el HUCA últimamente.

Sin embargo, y a pesar de que evidentemente tenían una dura carga de trabajo esa noche, el equipo de guardia, encabezado por el Dr. Abascal y la Dra. Ruiz de León, me puso el maravilloso y salvador catéter doble J y me evitó otra madrugada entera de dolor. No creo que me hubiera muerto por una noche y casi otro día más de sufrimiento, aún con el riesgo de infección que comporta una crisis de este tipo. Pero los urólogos de ese jueves agotador en el HUCA tuvieron la sensibilidad necesaria para evitarle a esta paciente otra jornada de extenuante dolor.

Le comenté a la amable y empática anestesista del quirófano que durante los aproximadamente 50 minutos del procedimiento había soñado con una película asturiana titulada «Para qué sirve un oso»… Quizás por eso, cuando aquellos guapos chicos de verde miembros del equipo de guardia me regresaron a la habitación, y comprobé que los caballos de mi flanco izquierdo al fin habían cesado sus patadas, le susurré con absoluta gratitud al fantasma de Hipócrates: ¡Para esto sirve un urólogo!

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PD: En cuanto a dotes de comunicación con sus semejantes y ejercicio de paciencia, imposible no mencionar la increíble labor de las enfermeras, auténticas guerreras de cualquier centro hospitalario. Desde este espacio virtual, un abrazo para ellas (y ellos, que también los hay).

Notas:

*1. «Cólico renal: Revisión de la literatura y evidencia científica». S. Esquena, F. Millán Rodríguez, F.M. Sánchez-Martín, F. Rousaud Barón, F. Marchant, H. Villavicencio Mavrich. Servicio de Urología. Fundació Puigvert. Barcelona. Actas Urológicas Españolas, 2006; 30 (3): 268-280.

*2. «Litiasis Renal. Cólico Nefrítico. Guía de Actuación Clínica en A. P.». Mª Pilar valero Lance, Médico de familia. Centro de Salud de Godelleta. Evana Goñi, Residente de 3er año de MF y C. Centro de salud de Tavernes de la Valldigna. Luis Monedero Alonso, ATS. Centro de Salud de Algemesí, José Santamaria Meseguer, Adjunto de Urología. Hospital Clínico.

Desafío Somiedo 2015: Crónicas al Viento III

Posted by on Ago 2, 2015 in Ínsula de palabras | Comentarios desactivados en Desafío Somiedo 2015: Crónicas al Viento III

Desafío Somiedo 2015: Crónicas al Viento III

Y por fin… la amante montaña

Por Lidia Señarís (Texto y fotos).

Sábado 1 de agosto: ¡por fin el gran día! De Pola de Somiedo salen -a las 7 de la mañana- los participantes en el Ultra trail. Es un amanecer asturiano, de ésos socarronamente veraniegos, con unos escasos y húmedos 8 grados de temperatura. El sol, sin embargo, se prodigará generoso (y castigador) durante toda la jornada. Poco después, a las 7:30, los autobuses llevan a los corredores del maratón hasta Valle del Lago, de donde parten dos horas después.

20 subiendo al alto de la Farrapona

Vistas subiendo al Alto de la Farrapona

Vago cual electrón suelto en un festín de Física, hasta que decido sumarme a los autobuses que llevan a los familiares y animadores al Alto de la Farrapona, a unos 20 kilómetros de Pola de Somiedo y uno de los puntos de avituallamiento de los competidores. Desde allí se puede divisar el paso de los corredores (más o menos a partir de las once el de los «maratonianos» de los 45 kilómetros y a partir de las 13:30 los del Ultra Trail en su hazaña de 86 kilómetros).

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Cual hormiguitas laboriosas los corredores suben al Alto de la Farrapona.

El Alto de la Farrapona se encuentra a 1.708 kilómetros sobre el nivel del mar y fue durante dos años consecutivos una de las etapas más duras de la vuelta ciclista a España. Sobre todo a partir de Villarín, la carretera se estrecha hasta convertirse prácticamente en un solo carril y unas impresionantes gargantas del relieve parece que se van a tragar el autobús. Las curvas, giros y el vértigo de la altura tienen a mi vecina de asiento, una señora de Ponferrada, invocando constantemente en voz alta a toda clase de poderes divinos.

Si esto nos impresiona en autobús y por carretera, imposible imaginar cómo será para los corredores, que parecen hormiguitas hacendosas recortadas contra el azul y el verde allá a lo lejos. El público anima cada vez más, a los suyos y a los de todas partes. Y los voluntarios cumplen eficaces su labor en los puntos de avituallamiento.

Una hora después, y gracias a un buen y desconocido samaritano, bajo al avituallamiento de Saliencia. Aquí se espera a los líderes del maratón a partir de las 12 del mediodía y a los del Ultra Trail poco después de las 14:45. Y, efectivamente, veo bajar como un bólido a la vasca Oihana Kortazar (que ganaría finalmente el podium femenino del maratón), y a la segunda clasificada de éste, la madrileña Cristina Blázquez. Los tres primeros puestos de los clasificados masculinos ya habían pasado, pero alcanzo a pillar al ocupante del cuarto lugar, el estadounidense Michael Versteeg, el único (hasta donde pude ver) que corre a pecho totalmente descubierto, en una especie de duelo con el picante sol del mediodía.

Oihana Kortazar, ganadora de la Maratón, pasando por Saliencia.

Oihana Kortazar, ganadora de la Maratón, pasando por Saliencia.

 

 

El estadounidense Michael Versteeg, cuarto clasificado masculino del Maratón, saliendo del avituallamiento de Saliencia.

El estadounidense Michael Versteeg, cuarto clasificado masculino del Maratón, saliendo del avituallamiento de Saliencia.

 

Cristina Blázquez, segunda clasificada femenina de la maratón, llegando al avituallamiento de Saliencia.

Cristina Blázquez, segunda clasificada femenina de la maratón, llegando al avituallamiento de Saliencia.

 

Los asturianos Guillermo Vega y Miguel Ángel Pando, enamorados de la montaña.

Los asturianos Guillermo Vega y Miguel Ángel Pando, enamorados de la montaña.

Y mientras me doy cabezazos contra una piedra, preguntándome cómo diantres regresaré a la meta de Pola de Somiedo en medio de aquella inmensidad de verde y roca, me percato de que la segunda gran pregunta que me impulsó a presenciar esta aventura aún está sin responder.

 

¿Qué motiva a estos hombres y mujeres a ese colosal esfuerzo a través de la montaña? Podríamos pensar que se trata de profesionales que se ganan la vida de esta forma. Y, ciertamente, sobre todo los pelotones de vanguardia están integrados por atletas inmersos en un circuito profesional o por aspirantes a convertir su pasión en profesión. Sin embargo, los veteranos corredores con quienes converso me aseguran que ese segmento de deportistas profesionales suele ser, como mucho, el 20 o 30 por ciento de los participantes. El resto lo hace como pasatiempo, forma de vida, simple y llanamente por amor a la montaña.

Y no parece ser la montaña una amante fácil, pero sí, por lo que me cuentan, poderosamente seductora. Hay quienes empezaron corriendo maratones en el asfalto y al conocer la carrera de montaña jamás volvieron a pisarlo, como Guillermo Vega, de la localidad asturiana de Pola de Siero, porque, asegura: «esto es más duro, pero más precioso». Otros, como el también sierense Miguel Ángel Pando, confiesa haberse iniciado en este deporte durante una mala racha, como quien consume montaña cual una medicina, pero ahora está en una etapa y un «subidón» excelente. «Reto personal» es quizás la respuesta más repetida; también la primera frase de Francisco García Arguelles, de Oviedo, quien asegura que la montaña «engancha» y que despeja la cabeza como ningún otro sitio, además de educar tremendamente la disciplina y la capacidad de esfuerzo. Debe saber de lo que habla, porque él correrá los 86 kilómetros del Ultra Trail.

Aunque pertenecen a un club de montaña, estos asturianos no son deportistas profesionales. Se declaran, simplemente, enamorados de la montaña. Los he visto tomando cerveza y riendo a pocas horas de la carrera; así que busco ansiosamente sus nombres en la lista de clasificados para ver si lograron llegar al final. Y, efectivamente, lo hicieron. Miguel Ángel y Guillermo ocupan respectivamente los puestos 112 y 156 del maratón (nada mal para una lista de 310 registros) y Francisco logró el lugar 142 de la carrera Ultra Trail (de un total de 311).

Será cierto que, tal como nos comentó Santi Obaya, ocupante de un muy digno puesto 11 en la Ultra trail: «disfrutar paisajes brutales de guapos, más el ambiente que hay en las carreras, que no están muy masificadas… engancha, hasta tal punto que siempre quieres más, siempre quieres hacer más».

 

RESUMEN DE RESULTADOS DESAFÍO SOMIEDO 2015:

ULTRA TRAIL (UTDS)

TRES PRIMEROS CLASIFICADOS ABSOLUTOS:

1.- Miguel Ángel Heras (Béjar, Salamanca).

2.- Fernando Arca (Caldas de Reis, Galicia).

3.- Víctor Fernández (Cangas de Onís, Asturias).

TRES PRIMERAS CLASIFICADAS ABSOLUTAS:

1.- Chelo Velasco (Sama de Langreo, Asturias).

2.- Angels Llobera (Palma de Mallorca).

3.- Miryam Talents (Crevillent, Comunidad Valenciana).

 

 MARATÓN (MDS)

TRES PRIMEROS CLASIFICADOS ABSOLUTOS:

1.- Carlos Sá (Portugal).

2.- Raúl Cámara (Burgos).

3.- Roberto Heras (Béjar, Salamanca).

TRES PRIMERAS CLASIFICADAS ABSOLUTAS:

1.- Oihana Kortazar (País Vasco).

2.- Cristina Blázquez (Madrid).

3.- Nerea Blasco (Asturias).

 

Desafío Somiedo 2015: Crónicas al Viento II

Posted by on Ago 2, 2015 in Ínsula de palabras | Comentarios desactivados en Desafío Somiedo 2015: Crónicas al Viento II

Desafío Somiedo 2015: Crónicas al Viento II

31 de julio: Viernes de nervios y preparativos

Por Lidia Señarís.

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El río Somiedo, a su paso por Pola de Somiedo, a apenas unos metros de la meta del DesafíOSOmiedo.

Llego a Somiedo con dos preguntas en la mochila. La primera: ¿Cómo es posible organizar con éxito ese deambular de 600 corredores por intrincadas y duras rutas? Y la segunda curiosidad, aún más difícil de responder: ¿Por qué seis centenares de personas de las más variadas edades y procedencias se «someten» voluntariamente a este reto físico, a este devastador duelo con la montaña?

Por poético que parezca ese nombre de «skyrunning», con su referencia al cielo azul, o a correr entre el cielo y la tierra, no hay dudas de que es un deporte duro, que demanda horas y horas de entrenamiento y a la vez resulta relativamente desconocido para el gran público, pues no se televisa ni divulga apenas, al menos en comparación con las disciplinas olímpicas.

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Santi Obaya, de rojo, segundo por la derecha, junto a otros competidores.

Aunque mi paso por el Desafío es fugaz y bastante accidentado y parece no interesarle a nadie en esa ajetreada comunión de deportistas de montaña, ya que estoy allí intento responder mínimamente ambas preguntas.

Una de las claves sobre la organización la ofrece el asturiano Santi Obaya, ganador de la primera edición del Ultra Trail DesafíOSOmiedo en el año 2013. «El éxito de Desafío Somiedo obedece a que sus organizadores son también corredores de montaña. Y eso influye mucho a la hora de saber cómo organizar la carrera, que sin duda es diferente, pensada por corredores y para corredores, con mentalidad y experiencia de corredor», afirma. «Por eso la gente está muy contenta y lo principal es que así dan a conocer Somiedo a deportistas, senderistas, a las familias, a todos», agrega.

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Lalo entregando dorsales a los competidores de la UTDS.

Otra de las llaves del éxito organizativo es el centenar de voluntarios repartidos por toda la carrera. En la credencial de cada voluntario figura el punto exacto de la ruta en que está, la distancia al avituallamiento más cercano y a la meta, los teléfonos de los responsables de las diferentes zonas y otros datos útiles para orientar a los competidores en caso necesario. Tienen, además, un breve plan de actuación ante accidentes y para facilitar la retirada de cualquier participante que así lo desee.

Es viernes, hora de comida, y Lalo se sienta a la mesa en la llamada «escuela-hogar» somedana que acoge a los voluntarios. Declara muy gráficamente su cansancio tras una mañana entera armando las bolsas de los deportistas junto a otro grupo de entusiastas, y luego asalta las sencillas fuentes de arroz blanco, atún y maíz enlatados y jamón de york. Pero el agotamiento le dura poco; exactamente a las cinco de la tarde está en la Feria Trail repartiendo dorsales, bolsas e indicaciones a los corredores.

11. una gran familia

Un ambiente muy familiar se respira en la Feria Trail.

El ambiente en la carpa de la feria es familiar y divertido. Humanos de todas las edades, desde bebés en sus carritos hasta gente que peina canas, acompañan a los competidores. Es el momento de los abrazos, reencuentros, fotos y bromas, y del paseo por los diversos stand: desde las coloridas camisetas de Donkeyhead y De Buena Tinta, hasta las zapatillas y artículos especializados de Solomon y de Fuego Sólo Runners, pasando por un sitio en que el que un amable señor corta un jamón ibérico y otro en el que venden muñecos de chocolate y otras exquisiteces para golosos.

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El profesor Olmedilla y el equipo de la Universidad de Oviedo estudian a los corredores de montaña.

En medio de todo el barullo, un equipo conjunto de la Escuela de Medicina del Deporte y el Laboratorio de Análisis Clínico de la Marcha de la Universidad de Oviedo intenta hacer algo de ciencia. Se trata, me explica el profesor Hugo Olmedilla, de un estudio piloto para saber cómo afectan los kilómetros recorridos al patrón de marcha de los corredores de montaña. Para ello, les hacen una prueba de esfuerzo (fundamentalmente saltos sobre una esterilla con sensores) antes de la carrera y nada más terminar ésta.

Al parecer, aunque desde 1970 existen estudios sobre los corredores de montaña, éstos son escasos y prácticamente brillan por su ausencia los realizados en la competición real, lejos de las condiciones idílicas del laboratorio. Por eso Olmedilla y sus compañeros han cargado con sus equipos hasta el pie de la meta del Desafío Somiedo y aunque no quieren adelantarse a los acontecimientos, parten de la hipótesis de que los que lleguen en la retaguardia del pelotón tendrán un déficit de fuerza mayor; en otras palabras, un mayor impacto. De cualquier modo, insiste Olmedilla, «no se sabe; la carrera dirá la última palabra y a partir de ahí podremos plantear nuevas líneas de investigación».

Pues eso mismo le ocurre a todos los participantes. La montaña tiene todas las respuestas. Y en unas horas, durante el primer día de agosto, revelará la suerte de cada uno.

Continuará…

Desafío Somiedo 2015: Crónicas al Viento I

Posted by on Ago 2, 2015 in Ínsula de palabras | Comentarios desactivados en Desafío Somiedo 2015: Crónicas al Viento I

Desafío Somiedo 2015: Crónicas al Viento I

Somiedo y su Desafío…

Por Lidia Señarís.

DESAFIO SOMIEDO VISTAS

Vistas de Somiedo

Viajar a Somiedo es sumergirse en un mundo de exclamaciones: la naturaleza, prácticamente virgen o al menos bastante agreste, se encarga de abrirnos cada vez más los ojos y el asombro.

Su belleza es de ésas que ni siquiera precisan adjetivos porque poseen sustantivos para repartir: lagos como el Lago del Valle (el más extenso de Asturias, con 1.580 metros), o los de Saliencia (La Cueva, Calabazosa y Cerveriz, a 1.600 metros de altitud); bosques y montes habitados por osos pardos, urogallos, ciervos, lobos, venados y rebecos; brañas con antiguas y peculiares cabañas (los famosos Teitos); una vegetación poseedora de todos los tipos de verde que la pupila humana puede captar y picos como el Cornón, con 2.194 metros de altitud.

Precisamente ese pico está incluido en los 86 kilómetros de recorrido del Ultra Trail Desafío Somiedo, con una suma de desniveles de 9.450 metros. Y muchos de esos lagos pueden disfrutarse (o sufrirse) no sólo en la carrera larga sino también en los 45 kilómetros y 5.000 metros de desniveles del maratón incluido en esta prueba que se encarga por tercer año consecutivo de inaugurar agosto (días 1 y 2) en este concejo asturiano, declarado Parque Natural desde 1998 y Reserva de la Biosfera desde el 2000.

El evento, perteneciente a la Skyrunning National Series de la International Skyrunning Federation (ISF) y puntuable como campeonato de Asturias de Larga Distancia, ha contado este año con el patrocinio de Salomon y la Fundación EDP y ha traído a este excepcional paraíso asturiano a 600 corredores de Estados Unidos, Costa Rica, Inglaterra, Austria, Suiza, Finlandia, Portugal y muy diversos puntos de España.

Allí acudimos, con la curiosidad y el interés por el mundo y por el fenómeno de la Comunicación, propios de LScomunicación. Porque, al fin y al cabo, el Desafío Somiedo es una forma peculiar de diálogo con la montaña, con la naturaleza, con la fantasía y los empeños que habitan en el interior de cada uno de los corredores.

Continuará…

Ángel González en la piel de Asturias

Posted by on Oct 18, 2014 in Ínsula de palabras | Comentarios desactivados en Ángel González en la piel de Asturias

Ángel González en la piel de Asturias

«Quisiera estar en otra parte, / mejor en otra piel…» dice en uno de sus poemas Ángel González (Oviedo, 1925 – Madrid, 2008) y seis años después de su ¿muerte?, este poeta inmenso, adscrito a la llamada «Generación del 50», se pasea orondo por la piel de Asturias, en la voz y la música de cinco talentosos paisanos.

En el Paraninfo de la Universidad de Oviedo (Foto Ext.Univ. UniOvi).

En el Paraninfo de la Universidad de Oviedo (Foto Ext.Univ. UniOvi).

Desde la nada (o el todo) que habitan en su limbo de palabras vivas los poetas muertos, Ángel González regresa al orbayu de su Asturias, gracias al concierto «Entre el amor y la sombra», una iniciativa de la Cátedra homónima de la Universidad de Oviedo, presentada ya en el Teatro de Laboral Ciudad de la Cultura en Gijón (2 de octubre); en El Casino de Llanes (9 de octubre), en el Paraninfo de la Universidad de Oviedo (16 de octubre) y con una última parada en El Liceo de Navia, el próximo jueves 23.
Ocho poemas convertidos en canciones y enlazados por un hermoso y vital texto, creado y leído por el escritor Pablo Texón. Junto a él, cuatro talentos de esta tierrina, de esos que te traspasan los poros a golpe de música y palabras: Alfredo González, Pablo Moro, Álvaro Bárcena y Alejandro Blanco. Los poemas seleccionados para la ocasión son: «Elegido por aclamación», «Entonces», «Luna de abajo», «No creo en la eternidad», «Voz que soledad sonando», «Alga quisiera ser», «Final» y «Trabajé el aire».
En poco menos de una hora estos artistas obran el milagro de poner a caminar entre nosotros al bardo ovetense. Casi podemos sentir su entrecortada respiración y compartir una de sus proverbiales tertulias con aroma de whisky irreverente. Más que un homenaje se trata de una alquimia vivificadora gracias a la cómplice química entre los músicos: el impagable piano de Alfredo González, la virtuosa percusión de Alejandro Blanco, la trovadora guitarra de Pablo Moro, la mandolina inquieta y el toque integrador de Álvaro Bárcena, sus voces luminosas volando sobre el verso.
La próxima vez que tengamos que explicar en uno de nuestros talleres sobre comunicación el valor de las metáforas, bastará con acudir a un momento de este concierto. Lo mismo haremos cuando alguien vuelva a pronunciar ese fatídico «porque en Asturias NO HAY…», seguido de la cantinela de las distancias, los trenes, lo no aviones, y otros argumentos liliputienses que personalmente tanto me recuerdan al viejo Tagore: «Si lloras de noche por el sol, no podrás ver las estrellas».
Difícilmente seamos conscientes del auténtico privilegio que supone apreciar tan de cerca, en una velada tan íntima, a estos músicos sin afeites ni poses, y -lo repito- con un talento más grande que el Pico Pienzu.

El Paraninfo de LAUDEO se quedó pequeño para este concierto realmente grande.

El Paraninfo de LAUDEO se quedó pequeño para este concierto realmente grande.

Quizás lo único que se echa de menos es, precisamente, un poco más de empaque, de escueto «autobombo» y presentación mínima. No sé, un breve prólogo donde se presente a los músicos y al «guionista» del espectáculo, se diga de dónde sale esta buena idea e incluso, ¿por qué no?, se distribuya un breve programa impreso con tres líneas sobre cada participante y los títulos de los poemas. Poner aún más en valor, en fin, este tesoro de concierto.
Bien valdría la pena, por cierto, encontrar los recursos para recorrer toda Asturias, España y el mundo con la voz rediviva de Ángel González y la magia inenarrable de estos cinco paisanos suyos. Sería otro eficaz modo de hacer Asturias, que… ¿alguien lo duda a estas alturas? también es hacer Poesía.

«Entre el amor y la sombra»: concierto homenaje a Ángel González. Pablo Moro: guitarra y voz / Alfredo González: piano y voz / Pablo Texón: texto y voz / Álvaro Bárcena: guitarra, mandolina, pedal steel y coros / Alejandro Blanco: percusión y coros.

Invitación a degustar buena música: 

Discografía de Alfredo González: La Vida de alquiler (2004), Dudas&Precipicios (2008), La Nada y Tú (2009), Dobleces (2011).
Discografía de Pablo Moro: Emepetreses (2005), Smoking Point (2007), Pequeños placeres domésticos (2009), La vida solucionada (2013).